Distracción pausada (de unos ojos en los míos).

Una ojeada traviesa a una revista. Un parpadeo sistemático de farola medio fundida. Una cornisa a punto de caer.
Y que nunca cae.
Así me miras.

El jersey marrón, los seguidos puntos adormecidos en la boca. Un discurso demencial. El hormigueo de manos que solo sucede una vez en vida, y empieza en el costado.
Como un reloj que dispara.
Así me miras.

Un catálogo de pies vencidos al mediodía. Un fruncir de ceño que sonríe, aliviado. Dos gatos impares. La cuerda de guitarra despechada sobre el papel.
Besarte y correr.
Así me miras.

Una distracción severa. Cavilo entre leerme y apreciarte, leerte y disuadirme.
Nadie mató tanto en el amor.
Así me miras.