Llevo meses intentando acabar una historia. He conocido el velar de unos puntos suspensivos, la pausa de un camino que no sabe hacia dónde va. Todos los finales que no quiero escribir, la dificultad de crear una trama consecuente. Y entonces...
II.
Abigail tiene una historia tras las orejas, pero no consigo acercarme. Si hay una plaza redonda, allí se encuentra. Observando las avenidas de lejos, calculando la distancia o el tiempo que le llevará memorizar cada una, para luego exprimir los edificios y hablar con la gente y conocer sus historias. Inventarlas acaso a partir de un gesto.
Algún día saldrá al papel, desde la punta de todos mis sentidos.
III.
Ayer estuve con S. andando y deshaciendo palabras. Bebimos unos tragos de algo marrón y me llevó a un recital. Roger Wolfe dijo que llega un punto de tu vida en que decides seguir viviendo o te suicidas. Y yo he optado por no dejar de escribir.
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Yo te digo dime , y tú me dices...