Ojalá vengas mañana
y calces la mesa coja de la cocina,
y cierres la puerta,
se callen los niños de la calle mayor,
ya no hará falta sonido alguno que me acompañe
Ojalá vengas mañana
con cinco minutos de retraso elegante,
pidiendo un vaso de agua para achantar
la sed de tantos años de escalera
Habrá sobre la cómoda
un cajón abierto a medida,
dentro una llave
que incomode el abismo hacia la terraza
Un boletín de noticias suplicante
tras cuarenta años de naufragio,
ni rastro de un triste libro empezado
a medias
Quizás una nota de desaliento
de lo mucho que extraño
una mirada flaca,
unos abrazos bastos,
la serenidad que nos alienta a seguir
hacia ninguna parte
Ojalá vengas mañana...
será mucho mejor que seguir
sin saber
cómo parar
Me he quedado sin palabras... Es muy bonito
ResponderEliminarMe gusta como escribes!! :)
ResponderEliminarCreo que ya te lo he dicho alguna vez...
Un saludo desde el Taller!
Eres un modelo a seguir, Alba. =D
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